En 2006 la ONU definió: “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás.” Y dentro de la discapacidad que pueden tener las personas, definimos tres tipos principales:

• Discapacidad física: También llamada discapacidad motora, se puede definir como la disminución o ausencia de funciones motoras o físicas (ausencia o alteración del movimiento de un brazo, una mano…), disminuyendo el desenvolvimiento normal diario.
• Discapacidad sensorial: Corresponde a la disminución o ausencia de uno o varios de los 5 sentidos. Dentro de esta, las más reconocidas son la discapacidad auditiva y la discapacidad visual, que pueden ser totales (cofosis e invidencia) o parciales (hipoacusia y visuales, como daltonismo, baja visión…).
• Discapacidad psíquica: Una persona con esta discapacidad muestra alteraciones en el comportamiento adaptativo, definido por múltiples áreas de habilidades (Comunicación, habilidades sociales, ocio, trabajo…). Podemos identificar dos formas:
  • Discapacidad psicosocial: La persona tiene un funcionamiento emocional y conductual variable en circunstancias de dos o más áreas de habilidades adaptativas.
  • Discapacidad intelectual: No hay una definición como tal, pero el concepto más empleado es: “Limitaciones sustanciales en el funcionamiento intelectual, inferior a la media, en dos o más áreas de habilidades adaptativas.